Atender la emergencia climática para garantizar los derechos de la niñez boliviana
Bolivia es el segundo país más vulnerable de Sudamérica y el quinto menos preparado para mitigar los daños del cambio climático (ND-GAIM). Bolivia se encuentra en una zona de intensa actividad climática: cada año el país es amenazado por inundaciones, sequías, heladas e incendios forestales, que son agravados por los fenómenos de El Niño y La Niña, afectando a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad y principalmente a los niños, niñas y adolescentes. Según el Programa Mundial de Alimentos, se estima que la inseguridad alimentaria en el país aumentará en un 22% hasta el año 2050, si no se toman medidas para adaptarse o mitigar los efectos del cambio climático.
En este último trimestre, Bolivia está enfrentado una crisis sin precedentes por incendios forestales, especialmente en la región amazónica del país. El impacto ha sido tan severo que, en septiembre de este año, el Gobierno declaró Desastre Nacional a través del Decreto Supremo 5235.
Save the Children, en coordinación con el Consorcio de Agencias Humanitarias en Bolivia y el Equipo Humanitario País, está desplegando una respuesta humanitaria integral ante la sequía e incendios forestales en los Departamentos de Santa Cruz, Beni y Cochabamba. Hemos puesto en marcha programas que se enfocan en aumentar la resiliencia de los niños, niñas y adolescentes y también en desarrollar capacidades locales, elaboración de normativas y herramientas en Gestión de Riesgos.
También hemos respondido a las emergencias derivadas de las inundaciones y sequías en los sectores de educación, salud, seguridad alimentaria, agua, saneamiento e higiene (WASH) y protección; centrados en las necesidades que tienen los niños, niñas y adolescentes, apoyando a 25,688 personas a través de diversas respuestas humanitarias.
Destacamos los programas de transferencia monetaria (PTM), alcanzando a 2,262 familias; la distribución de 300 kits alimentarios; la instalación de 74 bebederos para animales, buscando recuperar los activos económicos; se garantizó la disponibilidad y acceso al agua segura de niños y niñas con la implementación de 21 tanques de almacenamiento de agua, 15 bombas sumergibles, 1,154 filtros de agua (246 para unidades educativas). En el sector de Salud, apoyamos con 675 mosquiteros y 700 kits de higiene familiar. También se capacitaron a 724 funcionarios públicos en acciones de salvaguarda y protección contra la violencia que afecta a niñas, niños y adolescentes en situaciones de emergencia.